Pedagogía de Piaget.
El valor de las etapas en pedagogía, esto es para su estudio radica en un conocimiento exacto, científico y humano de lo que es el hombre a través de su desarrollo, de lo que de él se puede esperar y de las grandezas a las que él puede arribar, si él cultiva sus aptitudes y habilidades, y es precisamente así que la Pedagogía habrá de habilitar un sinnúmero de recursos, didácticos, ontológicos o teleológicos, entre otros; que permitan a la sociedad creer en sus conductores y creer firmemente por que se habrá de admitir en ellos una capacidad específica para la conducción y trascendencia del grupo.
El proceso de la educación es eminentemente hacer y tarea humana ya que su función y relación con el trabajo permiten que las herramientas culturales se materialicen no solo mediante la herencia cultural permitiendo una continuidad histórica de la humanidad sino más bien haciendo que el hombre encuentre el origen de su propia actividad, le de dirección y entienda su comportamiento a través de la totalidad de relaciones que entre sí y con la naturaleza determine en su comportamiento; la adquisición toma una dimensión precisa dentro de los procesos adaptativos que permiten el concepto de desarrollo enseñanza y aprendizaje que en Piaget son sustanciales y a los que tanto tiempo dedicó al estudiar con meticulosidad las caracterizaciones del desarrollo del educando así como las funciones del lenguaje infantil o el lenguaje y la emotividad, ver la Pedagogía a través de esquemas de percepción es dar espacios a la Psicología, a la Metodología o simplemente a la Didáctica para que se pueda comprender que el hombre aprende a formular sus propios deseos e intenciones en forma independiente pero que al manejar el lenguaje exterior y el interior crea dimensiones superiores de intencionalidad respecto a la actividad deliberada que solo puede ser entendida a través de una función reguladora que habrá de ser enseñada por la nueva concepción pedagógica que a través de la interpretación del lenguaje brinda Piaget.
El valor de las etapas en pedagogía, esto es para su estudio radica en un conocimiento exacto, científico y humano de lo que es el hombre a través de su desarrollo, de lo que de él se puede esperar y de las grandezas a las que él puede arribar, si él cultiva sus aptitudes y habilidades, y es precisamente así que la Pedagogía habrá de habilitar un sinnúmero de recursos, didácticos, ontológicos o teleológicos, entre otros; que permitan a la sociedad creer en sus conductores y creer firmemente por que se habrá de admitir en ellos una capacidad específica para la conducción y trascendencia del grupo.
El proceso de la educación es eminentemente hacer y tarea humana ya que su función y relación con el trabajo permiten que las herramientas culturales se materialicen no solo mediante la herencia cultural permitiendo una continuidad histórica de la humanidad sino más bien haciendo que el hombre encuentre el origen de su propia actividad, le de dirección y entienda su comportamiento a través de la totalidad de relaciones que entre sí y con la naturaleza determine en su comportamiento; la adquisición toma una dimensión precisa dentro de los procesos adaptativos que permiten el concepto de desarrollo enseñanza y aprendizaje que en Piaget son sustanciales y a los que tanto tiempo dedicó al estudiar con meticulosidad las caracterizaciones del desarrollo del educando así como las funciones del lenguaje infantil o el lenguaje y la emotividad, ver la Pedagogía a través de esquemas de percepción es dar espacios a la Psicología, a la Metodología o simplemente a la Didáctica para que se pueda comprender que el hombre aprende a formular sus propios deseos e intenciones en forma independiente pero que al manejar el lenguaje exterior y el interior crea dimensiones superiores de intencionalidad respecto a la actividad deliberada que solo puede ser entendida a través de una función reguladora que habrá de ser enseñada por la nueva concepción pedagógica que a través de la interpretación del lenguaje brinda Piaget.